Demos por hecho que la gente ya tiene una barra de sonido. Con la avalancha de contenidos de “sonido espacial” en Dolby Atmos, es posible vivir una experiencia de sonido inmersiva de 7.1.4 canales, la cual solo se logra al instalar un receptor AV surround de última generación y un sistema de bocinas acorde al tamaño de la sala y al presupuesto de la familia. Una implementación bien ejecutada en cuanto a cableado, conectividad y puesta en marcha, solo la podrá realizar un integrador profesional con experiencia (y con herramientas como un analizador RTA y el dominio del sistema de calibración acústica), que además se encuentre bien familiarizado con los menús de operación y de servicio de una determinada marca. Un sistema surround de última generación hace la diferencia.

La pandemia ha modificado nuestros hábitos diarios, hoy día trabajamos y estudiamos en línea prácticamente todo el día. ¿Por qué no aprovechar nuestras grandes televisiones para tener videollamadas sea para juntas, para tomar clases o para atender una fiesta virtual? Lo más simple sería conectar una laptop con Chromecast o Airplay, un teclado inalámbrico, una cámara web HD o 4K y otros accesorios como cámaras de documentos o cámaras para pizarrones blancos. Si hay recursos económicos, entonces se instala un sistema de conferencias high end (all-in-one) con posibilidades para compartir documentos o hacer streaming en vivo sin necesidad de una computadora.

Cuando hagas un proyecto por pequeño que sea, debería incluir siempre un equipo de protección eléctrica (¡y un rack!), mejor si es un acondicionador de línea que soporte sobrecargas de voltaje y corriente; en casos especiales cuando necesites un tiempo de respaldo si pierdes las energía, deberías recurrir a un UPS (para el router, los access points o el gateway de la casa). Haz hincapié al cliente que le estás salvando la inversión pues un evento catastrófico es impredecible (además son constantes y recurrentes en ciertas regiones).