KRK, el secreto de la mezcla inmersiva.
Para entender cómo funciona la mezcla inmersiva de audio es necesario conocer de dónde surgió y cómo ha llegado hasta las salas de nuestras casas. Ya sea como amante del sonido que nos envuelve o como creador del mismo de forma profesional, siempre es bueno saber los equipos que están involucrados, como lo haremos ahora mismo.
El cine que nos envuelve.
“El tema de la mezcla inmersiva comenzó en los años cuarenta y comenzó de la mano del cine. La primera aparición del audio multicanal fue en la película “Fantasía”, de Walt Disney, que estuvo hecha para este fin, pero que solamente se realizó de esta manera una vez en Hollywood. Se utilizaron 54 bocinas y el sistema era controlado prácticamente de forma manual. La idea era generar una sensación del vuelo de un abejorro y que se moviera por todo el espacio. Sin embargo, para las exhibiciones en el mundo, la cinta fue distribuida en formato mono”, explica Isaac Llanos, del área de Desarrollo de Mercado en Representaciones de Audio.
“Años después, en la década de los cincuenta, siguieron algunos experimentos

al respecto del audio envolvente, sobre todo en la música académica y abstracta. Realmente no había una estandarización de la cantidad de bocinas a utilizar y se llegaron a usar hasta 425 altavoces en una exposición en Bruselas en 1958, con la idea de distribuirlos por todo el espacio y reproducir un sonido generado en tiempo real. Hacia los años sesenta se comenzó a estandarizar el audio multicanal y una de las bandas pioneras fue Pink Floyd, que realizó el primer concierto con sonido envolvente, sin llegar a una comercialización”.
En la siguiente década se empezó a pensar en equipos que ofrecieran audio envolvente de manera comercial para que pudiera replicarse fácilmente. Fue así que en 1978 se logró conformar el primer sistema multicanal de tipo comercial para la película “Superman”, pero en realidad, la primera película que tuvo este sonido envolvente fue “Apocalypse Now”, en la que se utilizó una configuración 5.0, con tres altavoces al frente y dos traseros, además de un codificador/decodificador para posibilitar que las salas de cine tuvieran el sistema de reproducción compatible. Cuatro años más tarde se lanzó la siguiente película con sonido envolvente: “Blade Runner”. Cabe mencionar que también existía el sonido cuadrafónico, enfocado hacia la música y que básicamente consistía en cuatro bocinas ubicadas en forma de cuadrado alrededor de la escucha; si bien muchos discos de la época de los setenta se mezclaron en este formato, no fue popular ni comercial, porque se requería de procesos muy complejos para grabar cuatro pistas de audio y equipos especiales para reproducir los discos.

Las bases están puestas.
Con el paso del tiempo, los sistemas de mezcla inmersiva evolucionaron y actualmente están disponibles en muchos formatos y diferentes niveles y categorías. “Son una realidad desde hace años para el usuario promedio, así como para quienes se dedican a la producción sonora”, menciona Isaac. “Cada vez se vuelven más cotidianos para generar música o contenidos audiovisuales. Los sistemas populares actualmente están basados en cinco y siete bocinas, en formatos 5.1, que incluyen cinco canales (tres bocinas al frente y dos traseras), y 7.1, que además de los altavoces incluyen un subwoofer e incluso bocinas superiores, como en el sistema Dolby Atmos”.
Así, se establece que la parte más importante del panorama sonoro es la frontal y es la que debe encajar de la manera más precisa con la imagen sonora, porque es la que mejor perciben nuestros oídos. En los sistemas envolventes también existe una bocina que es conocida como el canal LFE (Low Frequency Effects), que es la pista de audio independiente que trabaja con las frecuencias graves, en los efectos de sonido y no aparece en otros canales de audio, siendo muy importante en la aplicaciones de películas y videojuegos”.
Y ahora, la mezcla en formato inmersivo.
“Originalmente, los discos se mezclaban en formato mono y la sala de mezcla solamente tenía una bocina al frente de la mezcladora”, comenta Isaac. “Posteriormente pasó a ser un sistema estéreo y actualmente podemos llegar a tener un sistema o monitor al centro de estas dos bocinas como referencia. La mezcla mono se sigue haciendo, sobre todo para contenidos para redes sociales, pero el estéreo sigue siendo el formato más usado en música. También está el sistema 4.0 y 4.1, pero no son formatos muy comunes ni en mezcla ni en reproducción”.
Isaac también explica que en el sistema de cinco bocinas se agrega un canal al centro, que es muy importante, porque brinda claridad y definición al frente de nuestro panorama y es lo que dará el mayor peso a la voz, mientras que los laterales se encargan de la música y los efectos ambientales.
“Por otro lado, también tenemos el formato 6.1, que tampoco es un sistema convencional, con una bocina en la parte trasera, pero el que encontramos seguido es el de dos bocinas en la parte trasera, que hacen un sistema de siete canales, más el de los graves, para formar un 7.1, y si agregamos otro subwoofer, tenemos un 7.2”.
“Actualmente, los sistemas envolventes se forman agregando altavoces en la parte superior, siendo conocidos como Atmos”, explica Isaac. “Así, podemos formar un sistema con siete bocinas (tres al frente, dos a los lados y dos atrás), un subwoofer y cuatro canales en el techo (7.1.4). Para quienes comienzan en el quehacer de la mezcla, hay una cadena de audio que podemos seguir de una forma sencilla con los monitores KRK Rokit G4. Necesitamos tomar nuestro equipo para extraer el audio digital y de ahí enviarlo a algún receptor de audio y video que tenga salidas independientes de los canales. Requerimos un equipo que acepte la información digital de nuestra computadora y que pueda repartir sonido, mediante salidas analógicas a los diferentes monitores. Luego viene una etapa que Dolby llama Monitor Controller, que básicamente puede ser una interfaz entre el audio de consumidor y el audio profesional. Puede ser la Radial J+4, que toma la señal de nuestro receptor de audio y video y la va a convertir en una señal de línea profesional para alimentar los monitores Rokit G4”.
“Además, tenemos la opción de conectar otro sistema de reproducción, como un reproductor de Blu-ray, una consola de videojuegos o algo para probar el sistema al mismo receptor, entonces podemos tener nuestra estación de trabajo de audio que utilizaríamos como ingenieros de mezcla o productores, añadiendo otro equipo para hacer pruebas finales, explica Isaac”.
Lo anterior es lo que podemos tener para implementar un sistema de cinco, siete o los canales que nosotros queramos. Éste es un tema que los usuarios a veces no saben cómo abordar, sobre todo al iniciarse en la mezcla, pero se trata de reemplazar la mezcladora o la interfaz habitual de voz con un receptor de audio video que tenga la capacidad de canales que queramos implementar.
La presencia profesional.
KRK se está convirtiendo en una de las marcas presentes en una buena cantidad de estudios de grabación alrededor del mundo, propiedad de importantes personajes del medio que se encuentran dando rienda suelta a su creatividad sonora. Dentro de estos casos de éxito podemos encontrar a Javier Valverde, productor e ingeniero de mezcla que ha trabajado con bandas y músicos como Maná, Alejandro Sanz y Timbaland, y que tiene actualmente en su estudio un sistema 7.1 con los monitores V Series de la firma.
Otro de estos personajes es Luis Barrera, quien ha trabajado con Jennifer López, Maluma, The Weeknd, Shakira, Daddy Yankee, Reik, Sebastián Yatra y Marc Anthony, entre otros, y que además hace sonido para cine y videojuegos.

Él cuenta con un sistema Atmos, formado por los monitores V Series de 8 y 6 pulgadas al frente y el resto (laterales y parte superior) de cuatro pulgadas.
Por último en esta lista se encuentra Joe Zook, que trabaja sobre todo con música pop en Estados Unidos y que tiene su estudio equipado Atmos con los monitores V Series de seis pulgadas y cuatro pulgadas, con los que crea las mezclas sonoras de figuras como Alessia Cara, AJR, OneRepublic, Modest Mouse, Katy Perry y Smokey Robinson.
KRK está presente como una marca de primer nivel para crear los sonidos que hoy buscamos en nuestros contenidos. Sus equipos cuentan con prestaciones muy valoradas por una cantidad cada vez más grande de profesionales del audio, que trabajan para obtener lo mejor de ellos.